jueves, 11 de junio de 2015

La caja y el lujo

Acabo de ver en la tele el programa La caja con Sor Lucía Caram, impulsora de la Fundación Rosa Oriol que atiende entorno a 1300 familias desfavorecidas en Cataluña.

El programa introducía a la monja en medio del mundo del lujo más exclusivo y como era de esperar, casi se desmaya. Creo que cualquier persona normal se desmayaría, por lo que una que está directamente en contacto con el polo opuesto al que ha ido "de visita" con mayor razón.

Prácticamente todo le parecía absurdo.........Y al margen de que me guste o no (que si), genere riqueza o no (que también), lo cierto es que muchas veces lo es.

Absurdo, injusto, incomprensible, inexplicable......como nosotros. Como los seres humanos.

Es prácticamente imposible ir en contra de la naturaleza. Y nuestra naturaleza es así, incomprensible, inexplicable, imprevisible. Absurda.

Creo que hay una peli que trata de definirlo presentando la grandeza y miseria de una misma persona enfrentada a otra en dos determinadas situaciones con cirscunstancias diferentes. 
En la primera es un villano. En la segunda le salva la vida. 
No ganaba nada, no perdía nada y simplemente la naturaleza humana le sorprendía siendo un héroe y un monstruo con la misma mujer. Sin poder evitarlo.

Yo misma pienso en que en este momento hay gente que se está muriendo porque no tienen que comer y me doy asco por quejarme de estupideces por ejemplo del tipo "no tengo ropa", que decimos todas con gran sentimiento de vez en cuando.
Y sin embargo se que pronto sucumbiré a alguna prenda de verano y me llenará de ilusión.
Y los niños de Africa o los que no comen a la vuelta de tú esquina, se me olvidarán. Igual que se me olvida que un día vamos a morir. Igual que se me olvida discutir menos y querer más. Igual que se me olvida a veces ver más allá.

Y es que nuestra raza es complicada. Mucho.
Y así lo es el mundo que hemos creado. Mucho.

Y una vez más llego a la conclusión de que deberíamos alcanzar un equilibrio individual, colectivo y mundial que no se si será viable.

Una vez escribí que el cielo y el infierno están aquí, en la tierra. En este momento. En esta vida.

Muchos de nosotros, probablemente todos los que leamos este post, tenemos la enorme suerte de haber nacido en la cara buena del mundo...y quizá sólo veamos la mala cuando algo nos haga reaccionar.

Si al menos somos capaces de darnos cuenta por un segundo y tratar de crecer, estar agradecidos, ayudar aunque sea con el más mínimo gesto a quien tengamos al lado, quizá sumemos pequeños cambios que lleguen un día a significar uno mayor.

Utopía? Seguro. Pero por si acaso y haciendo caso a eso de que todo lo que no se intenta es imposible, al menos, vamos a probar.

Buenas noches.


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