jueves, 24 de octubre de 2013

Nada es para siempre

Y no lo digo en tono derrotista, ¡al revés!, lo escribo para recordarme a mi misma que las cosas son pasajeras....Que todo -bueno y malo- viene y va, y que cuando se va, no significa que nunca estuvo, si no que duró lo que tenía que durar.

Nada es para siempre.
Nada permanece igual.
Todo cambia y cambiará.

Lo que importa es saber aprovechar el momento, es darse cuenta de lo especial que es, que todo tenga un final.

Si no, no sabríamos diferenciar lo fantástico de lo común.
Si no, nada sería extraordinario.

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