El otro día me enviaron un vídeo en el que explicaban como crecían las langostas.
Decía que el caparazón de éstas es rígido y no se expande por lo que llega un momento que no permite a las langostas crecer más.
Ellas se sienten muy incómodas y se refugian en cuevas o bajo piedras para liberarse de su fastidioso escudo protector que se ha quedado pequeño y generar otro mayor donde caber y seguir creciendo.
Decía que si las langostas al sentirse molestas simplemente se resignaran, entristecieran o se medicaran para evitarlo, nunca crecerían.
Sin embargo, utilizan el estímulo negativo como palanca para seguir adelante más grandes y fortalecidas.
Precioso mensaje...
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