La tierra bajo tus pies ya no te resulta tan firme y caminar se te hace duro de verdad.
Hay muchos sentimientos en ebullición, muchas incertidumbres, el ánimo está debilitado y lo que antes veías súper claro se complica. Se desdibuja. Y casi todo pierde sentido.
Lo correcto, lo cierto, lo que había que hacer está ahora muy cerca de lo que no y sin claridad es fácil confundirse, equivocarse una y otra vez quitándole importancia a casi todo con el comodín del perenne pensamiento "y que más da" que se ha instalado en tu cabeza últimamente.
Por suerte, siempre he sido una persona comunicativa, necesito expresarme y cuando comentaba esto mismo con el mejor hombre vivo del mundo, mi padre, al decirle que no sabía que era ya lo bueno o lo malo, que no sabía como actuar, si merecía la pena luchar o no, pues al final a los "buenos" les podían pasar cosas horribles y a la inversa, me ha dicho una frase que me ha ayudado mucho y se que siempre llevaré conmigo.
"LO IMPORTANTE ES ESTAR DE ACUERDO
CON UNO MISMO"
hija mía.
Cuanta razón.
Es por eso que la gente mala puede serlo, o la egoísta, o la interesada o llámalo x, y sin embargo la buena no.
La buena gente no puede hacer nada que considere malo a conciencia pues no estaría de acuerdo y les mataría por dentro.
En cualquier caso, siempre hay que escucharse.
Escuchar al jefe corazón. Él nos guiará. Nos mostrará el camino y debemos seguirlo.
Siendo fieles a nosotros mismos, jamás nos equivocaremos. Jamás nos arrepentiremos.
Fuerza y luz.
Fuerza y luz.
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