Erase una vez un pescador que vivía feliz con su familia en un precioso pueblo costero.
Cada día salía a pescar, le gustaba y además alimentaba a su familia, jugaba con sus hijos, cuidaba su jardín y su pequeño huerto, leía hasta el anochecer y entonces cocinaba con su esposa contándose lo que había sucedido en su barca, en su día o en sus libros mientras miraba el mar y las estrellas desde su ventana.
Un día llegó al pueblo un alto ejecutivo que viendo la riqueza de sus aguas llamó loco al pescador...
-¿Por que he de estarlo?- le dijo él.
-Con toda esa pesca, podrías faenar más horas y pescar lo suficiente para vender el excedente en el mercado y así generar ingresos extra para comprar una barca más grande. Con ella y un esfuerzo extra, podrías pescar más y así ganar más y poder comprarte dos barcas mayores. Con ellas cada vez generarías más ganancias y podrías terminar teniendo una pequeña flota que con 15 o 20 años de esfuerzo más, podría convertirse en una mayor y así sucesivamente....¡¡Podrías crear un imperio!!
-¿Y para que querría hacer eso?- le dijo de nuevo el pescador.
Y el ejecutivo respondió para que dentro de 30 años puedas vivir en un precioso pueblo costero, salir de pesca en una adorable barquita, jugar con tus nietos, cultivar tu jardín y quizá un pequeño huerto, leer hasta el anochecer y cocinar con tu esposa mientras miras el mar y las estrellas desde tu ventana.
El pescador miró al ejecutivo y le dijo que eso era exactamente lo que ya tenía.
El no era el loco.
Muchas veces YA tenemos todo lo que necesitamos y no nos damos cuenta....
Revisa lo que quieres, revisa lo que tienes.
Sea como sea es más que suficiente para ser feliz.
Buenas noches.