El cielo y el infierno están aquí...

Es una frase que he oido en mi casa desde pequeña y que conforme la voy madurando, más acertada me parece...

Y llego a sentirme casi avergonzada cuando tengo un "día rojo", de esos que Audrey calmaba soñando en el escaparate de Tiffany's, y yo, ahogo lloriqueando en mi blog...

Esta mañana, una persona que trabaja en mi entorno, con mi familia, se enteraba de que su propia familia lo había perdido todo por un fenómeno natural que arrasó la casa de sus padres y hermanos y hasta la suya propia, en la que sus hijos esperaban a su padre , solos ,cuando vieron como la cocina entera volaba por los aires gracias a un terrible tifón tropical. Ella, que no ha podido ir a verles en los últimos dos años, debía de estar destrozada pero no perdía la sonrisa por que a nadie le había pasado nada y afortunadamente iba a poder ayudarles gracias a su trabajo en España que le mantiene a no se cuantos mil kilometros de ellos...

Lo más increible de todo es que ni por un momento ha perdido la ilusión y la esperanza.

Por la tarde, otra amiga me ha llamado y me ha dado otra terrible noticia acerca del hermano de otra amiga...tiene una enfermedad grave y la cosa pinta mal...con menos de 30 años.

Y es que el cielo y el infierno están aquí mismo, no en filipinas, ni en el hospital, están a nuestro alrededor jugando entre nosotros, y no siempre podemos elegir donde queremos estar.

Por eso, pensémoslo dos veces, dejémonos de tonterías, disfrutemos más de la vida y apreciémos lo que tenemos.

Para los que han perdido su nube, mucha,muchísima fuerza.

Para los que seguimos en ella, no lo olvidemos.

Buenas noches.